El agrandamiento de la próstata se produce tanto en perros como en gatos a edades más avanzadas que otras patologías, normalmente a partir de los 7 años de edad. Por influencia hormonal (dependiente de los niveles de testosterona) poco a poco este órgano va agrandándose e incluso pueden aparecer pequeños quistes en él.
Por la localización de la próstata, que aumente su tamaño puede ocasionar compresión en el
colon y/o la vejiga, lo que va a dar lugar a dificultad para defecar e incluso para orinar. Puede
haber presencia de espermatozoides en la vejiga, lo que puede desembocar en infecciones de
orina.
En la mayoría de los casos este cuadro es benigno y reversible, aunque en ocasiones podría llegar a desarrollar una tumoración maligna de la próstata.
¿Qué signos nos vamos a encontrar?
- Dificultad para defecar y heces aplanadas.
- Estreñimiento.
- Micciones y cortas y frecuentes.
- Presencia de sangre en orina.
- Dolor en extremidades posteriores o molestias al caminar (dolor reflejo).
¿Cómo podemos prevenirlo y solucionarlo?
La solución definitiva siempre requiere esterilización. Al eliminar los testículos eliminamos la producción de testosterona y con ello revertimos el proceso. En caso de realizar una esterilización temprana este cuadro nunca llegará a desarrollarse.
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